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CASAS CAÍDAS-2001
Otra casa que se limpia. Como podemos apreciar en la fotografía adjunta, se han desescombrado en la plaza las casas que había entre la de Pura y Efraín y la de la "tía Felicia". Ha quedado un hueco enorme que esperamos aprovechen para hacer algo bonito.
Entre los escombros que se van quitando, y las casas en las que se están haciendo mejoras, está quedando Trébago "más bonito que un San Luis".
Esperamos que cunda el ejemplo, y se vayan limpiado poco a poco las que están en estado ruinoso.
Fuentes de Trébago
Ruta nº 1 - Fuente Marta, Fuente Pedro y Fuente del Cochino
por Benito Martínez Largo Saliendo del pueblo por el camino de La Carrasquilla, como a media hora andando, se llega primero a la Fuente Marta, que se encuentra en los pastizales, a mano izquierda del camino, donde ha habido un corral en el que cerraban el ganado los pastores durante muchos años, y que hoy se encuentra ya sin techado.Dicha fuente ha tenido siempre dos balsas que servían para recoger el agua con la que se regaban unos huertos que sembraban Nicasio Pérez, Nicolás Pérez y Felipe Martínez, todos ya fallecidos, en los que se recogían unas excelentes judías, lo mismo en verde que en secas. El agua de esta fuente es un poco cruda, y muchas veces dolía la tripa después de beberla, por lo fría que salía. Era habitual, en julio y agosto, cuando se sembraban los huertos, ir a cazar pájaros con liga en sus alrededores. En concreto, el día de Santiago se dejaba de ir al campo por ir a cazar, por el buen sitio que era para esa actividad y la cantidad de pájaros que había. Seguido de la Fuente Marta, como a 200 ó 300 metros, monte arriba, se llega a la Fuente Pedro. Esta fuente estaba olvidada porque estaba muy oculta entre el monte, hasta que llegó el Guarda Forestal D. Pedro Encabo, la limpió, e hizo una roza y una balsa para regar un trozo de huerto que preparó, en el que sembraba judías y patatas. El agua de esta fuente era muy buena, y a su alrededor plantó dos chopos que aún perduran. La fuente ya no está, porque cuando se fue tapó la balsa, y ya no ha vuelto a salir más el agua. Dicha fuente se llamaba Fuente Pedro desde antes de que D. Pedro la recuperara (lo de los nombres es pura coincidencia). Siguiendo más arriba por el monte, como a 300 ó 400 metros, llegamos a la Fuente del Cochino. También aquí hay dos manantiales, a unos 100 metros uno del otro, y cada uno tiene su balsa. Antiguamente, la primera la cultivaban el Tío Manquillo y la Tía Nicolasa, y la segunda la cultivaba el Tío Bernabé y el Tío Hilario (Hilario Tutor), todos ellos también ya fallecidos. Lo mismo que en las otras, cultivaban judías y patatas. Antiguamente había un sendero por el que se podía bajar de la Fuente del Cochino a la Fuente Marta. Hoy en día no se puede bajar por la espesura que se ha apoderado del sendero. Ahora se puede bajar por los pastizales, para llegar, seguidamente, a las fuentes del Frontal, lo que dejamos para un próximo artículo. Las tres fuentes están dentro del pastizal. Tanto la Fuente Marta como la Fuente del Cochino siguen echando agua como antiguamente. Las dos mantienen su balsa y sirven para abastecer de agua a las vacas que hay en el pastizal. La vuelta al pueblo se puede hacer de nuevo por el camino de La Carrasquilla. Todo el paseo puede hacerse tranquilamente en dos horas. A pesar de la abundancia del agua, es conveniente llevar bocadillo y bebida, ya que el agua está muy revuelta por las pisadas de las vacas. Pero, a pesar de ello, es un paseo muy agradable y puede pasarse una mañana o una tarde estupenda. |
Subiendo por La Carrasquilla, camino de la sierra, a la derecha del corral de la Fuente Marta, se encuentra, a unos 150 metros, la Fuente de La Teja. Esta fuente siempre tenía un agua muy rica. Se llegó a ponerle una teja ya que así se podía beber bien, igual los pastores que los que iban a labrar. Se mantuvo mientras se labraba con las caballerías, y en cuanto llegaron los tractores, ya que hacían la labor más profunda, la desviaron y no salió por ese sitio. Ahora, al hacer la parcelaria, han hecho un encañado(1) y ya no existe la fuente.
Siguiendo por el camino anterior hacia la sierra, como a unos 300 metros de la fuente de La Teja, se encuentra el nacedero de la Fuente del Lugar. El nacedero de esta fuente era muy bueno y abundante. Esta fuente es la que los vecinos de Trébago se unieron para trabajar y conducirla al pueblo, en la que emplearon tubería de hierro, tarro y uralita. Llegó a bajar agua al pueblo haciendo que saliera aquí por los cuatro caños que tenía la fuente. En los últimos años de sequía llegó a mermarse bastante, por lo que el pueblo decidió unir para el consumo del pueblo el agua de Valmayor y se hizo la obra por tubería llevándola al mismo depósito que bajaba a la antigua fuente que, por cierto, ahora hay un suministro muy bueno. Todavía hoy, al labrar, aparecen restos de la antigua tubería que traía el agua de la Fuente del Lugar a la fuente ubicada en el pueblo para el abastecimiento de su población.
Siguiendo a mano derecha de la fuente del Lugar se encuentra el barranco de "El ortigal", en el que se encuentra la Fuente del Sapo. Esta fuente también tenía su balsa, en la que se regaban unos huertos que cultivaban el tío Felipe "el cabrero" y el tío Paulino "el gaitero". Para llevar el agua al huerto que cultivaba el tío Paulino hicieron una acequia de más de 100 metros de larga, trabajo enorme para regar un huerto que no llegaba a tener 50 metros cuadrados, donde cultivaba alubias. Esta fuente, una vez que se dejaron de cultivar los huertos, se propuso, ya que el agua era buena, en agregarla a la fuente del Lugar y se propuso el hacer la zanja entre los vecinos del pueblo. Por los metros que había, nos pertenecía hacer a cada vecino unos dos metros de zanja, siendo los albañiles el tío Andrés y el tío Pablo, vecinos del pueblo. Dicha fuente echaba un chorro de agua muy bueno, pero con el tiempo se ha entrampado la tubería y ya no se ha arreglado. Hoy, todavía hay una arquilla pequeña, y por ella sale bastante agua.
Bajando de la fuente del Sapo hacia el pueblo por el barranco de las pozas, que baja del barranco del ortigal, se encuentra la Fuente de la Marcelina, que tenía una balsica en la que regaba un huerto de unos 100 metros cuadrados la señora Marcelina (de ahí su nombre). Dicha fuente ha existido hasta el año pasado, en que se hizo la parcelaria. Aquí también hicieron un encañado, y ha desaparecido la fuente.
(1) Encañado: Consiste en hacer una zanja profunda con maquinaria (una retro), que se rellena con piedra para que el agua se filtre por debajo y no salga a la superficie.
Esta fuente se construyó hacia 1759 y se arregló en 1838 con la colaboración de todo el pueblo de Trébago, tal como dice en la inscripción conmemorativa: "El blando susurrar suabe y ligero / Del caño de esta fuente siempre cante /Cuanto puede el ingenio y Pueblo entero / Que quiso unirse a trabajar constante. / Sediento, llega, bebe y placentero / Tu sed ardiente apaga en un instante / Mas confiesa después agradecido / el bien que de este pueblo has recibido.". Sin duda, un homenaje al trabajo de todo el pueblo unido, que de nuevo se puso manos a la obra a mediados de los años 90 para limpiar y restaurar toda la fuente, tanto la inscripción y la piedra como los caños, el pilón y los desagües. Como siempre, juntos haciendo frente por una causa común.
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